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jueves, 1 de febrero de 2007

Los apodos en el tango


Los apodos en el tango


Digamos que hay un costumbre muy extendida, quizás tiene que ver con
nuestra idiosincrasia, que es la de poner apodos.
Creo que es un ejercicio que nos fluye con mucha naturalidad.

En muchos casos son
hirientes, o destacan algunos defectos. Algunos suelen surgir de cosas
muy evidentes, decirle a alguien Pelado, indudablemente, además de la
falta de originalidad, es por una razón muy obvia, el tipo es pelado.

En ese universo de apodos muchos tangueros cargaron con lo suyos. Los
invito a recordar algunos y como nacieron.

Muchos estamos familiarizados con los apodos de los creadores del tango,
pero no siempre conocemos su verdadero origen. Es por eso que me propuse
investigar algunos apelativos, no sólo de los artistas más populares,
sino también de aquellos que hoy son casi desconocidos y por su
curiosidad vale la pena que sean comentados.

Si bien circulan muchas
leyendas o historias inventadas sobre los mismos, los que aquí
presentamos tienen la virtud de ser contados por boca de ellos mismos o
de sus amigos o parientes, motivo por el cual entiendo que revisten
mayor veracidad.

Entre los más conocidos está el o los de Gardel. Desde El Melenudo hasta
El Zorzal creo que los hemos recorrido todos en otra oportunidad. De
todas maneras nunca está de más recordarlos: El Morocho, El Morocho del
Abasto, El Zorzal, El Zorzal Criollo, El Mago, El Imbatible, El
Imbatible de la canción, El Inmortal, El Invicto, El Troesma, El
Impardable, El Inigualable, El Ídolo máximo, El Inolvidable, El Uno, El
Más Grande, El Rey del Tango, El cantor de los tres siglos, El cantor de
la sonrisa eterna, El Mito viviente, El que cada día canta mejor, Don
Carlos de Buenos Aires, y hasta El Inoxidable... y la lista seguirá...
En los tiempos en que cantaba en O'Rondeman le decían El Melenudo.

Posiblemente el de Francisco Canaro siga en popularidad: "Pirincho". Y
la razón de este apodo está en sus memorias, donde el relata que, al
momento de nacer, una partera de nombre Sara atendía a su madre.
Esta
mujer al verlo nacer exclamó: "¡Parece un Pirincho!" Esta referencia era
traída a ese momento porque al nacer Canaro tenía los pelos parados,
algo así como un Pirincho que es un pájaro con copete.

Por otra parte
cuenta también que sus hermanos y compañeros músicos comenzaron a
llamarlo "El Kaiser" y esto se debía a su carácter enérgico y su actitud
de líder. La referencia estaba hecha en función de Guillermo I,
emperador de Alemania desde 1871 a 1888.

Debo confesarles que es un apodo que no me agrada mucho. Me quedo con
Pirincho. Me suena más nuestro y menos autoritario. Esas cosas.

Carlos Di Sarli arrastró toda su vida no solo un apodo, que no es muy
grato, sino también una fama de "mufa", producto de la superstición.


Aquel apodo era "El tuerto". Claro, algo le había pasado, tuvo un
problema en un ojo.

La historia es la siguiente: cuando Di Sarli tenía
sólo 13 años, estando en la armería de su padre en Bahía Blanca, uno de
los empleados tuvo la desgracia de que se le escapara un tiro mientras
manipulaba un arma, hiriendo al pequeño Carlos. El empleado se llamaba
Roberto Bognoni, un hombre muy querido por la familia, que en su
desesperación abandonó su trabajo y la ciudad. La recomendación de los
médicos que lo atendieron, luego de una intervención quirúrgica, era que
siempre utilizara lentes oscuros.

José Arturo Severino fue un bandoneonista de la generación de Arolas.
Había nacido, posiblemente, en 1892 en Parque Patricios. Bien, a este
hombre le decían "La vieja". ¿Por qué? Hay algunas explicaciones. Una
dice que de muchachito solía ir con amigos a tomar la merienda con
medialunas y solía guardarse una para llevársela a su madre, a la vieja.

Ahora, según Gabriel Clausi, "El Chula" (después le cuento por qué le
decían así), de muy joven Severino vivía solo y cuando alguien se lo
cruzaba por la calle, indefectiblemente, decía que iba a la casa de la
vieja.

Pero hay otra versión, un poco más profana, un poco más
temeraria. Era muy probable que Severino anduviera en amores con una
mujer mucho mayor que él.

Y en cierta ocasión, estando el bandoneonista
con ella, apareció el marido. El pobre tuvo que salir corriendo,
diríamos que desnudo, por el fondo de la casa y al saltar un alambrado
de púas, y disculpen ustedes el dolor, con una punta se lastimó un
testículo. Cuando los amigos se enteraron del hecho comenzaron a
llamarlo "la vieja" en homenaje a tal episodio.

Digo yo que la sacó
barata, porque a qué episodio se referían los amigos: al andar con una
mujer mayor o al accidente que sufrió. Porque de ser esto último
sospecho que el apodo sería otro.

Lo de Gabriel Clausi es muy parecido a lo de Francisco Canaro. Sucedió
que, al nacer, el padre exclamó: "Parece un Chula". Tardó años Clausi en
descubrir el origen de su apodo hasta que se enteró que en el Brasil se
denomina así a un pequeño mono que habita en el campo. Monos de gran
cabellera como la que Gabriel Clausi tenía al nacer.

Y el último por hoy.

Al pobre Ricardo Brignolo le decían "La nena", no es un apodo que me
gustaría tener.

Y todo vino por culpa de una foto que le habían tomado a Brignolo cuando
tenía unos siete u ocho años. Fue en un carnaval donde junto a dos
amiguitos estaba disfrazado de gauchito y como era costumbre en la época
el corte de pelo que se le hacía a los varoncitos llevaba flequillo y
cierta melena que le tapaba las orejas. Cuando, muchos años más tarde,
un amigo vio esa foto exclamó: "¡Parece una nena!" y así le quedó.
Algunos afirman que en realidad proviene del hecho de que era lampiño.

Carlos Hugo Burgstaller
Tomado de Tango y Cultura Popular Nº 54

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Aldo Maietti - Tango Argentino - Volumen 1









Aldo Maietti

Orquesta Italiana de Tango

Temas:

01 - Aldo Maietti - Melodico Tango

02 - Aldo Maietti & Ernesto Rondó

03 - Aldo Maietti - Estrellas De Agua

04 - Aldo Maietti - Adiós Amigos

05 - Aldo Maietti - Tiempos Pasados

06 - Aldo Maietti - Milonguero

07 - Aldo Maietti - Alma Porteña

08 - Aldo Maietti - Viento Peruano

09 - Aldo Maietti - Fischia Il Gancho

10 - Aldo Maietti - Suspiros Al Viento

11 - Aldo Maietti - Infierno E Paradiso

12 - Aldo Maietti & Ernesto Rondó - Juramento De Mujeres

13 - Aldo Maietti - El Gringo

14 - Aldo Maietti - Corazón Desierto


Album Credits :

Aldo Maietti Arranger, Main Performer


Maria Chiaravalle Producer


Vincenzo Dentico Producer

Link:

http://rapidshare.com/files/14354363/RBerdi_Aldo_Maietti-TangoArgertino.rar.html

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Alba Solís & Osvaldo Tarantino - Alba Solís con Osvaldo Tarantino

Alba Solís & Osvaldo Tarantino - Alba Solís con Osvaldo Tarantino



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Alba Solís

Por
José Pedro Aresi
http://www.todotango.com/spanish/creadores/asolis.asp


Cancionista y actriz(18 de octubre de 1927)
Nombre completo: Ángela Herminia Lamberti

Hubo una vez, que al tiempo lo devoró el progreso y aquel Camino Real de antaño, vio como el modernismo avanzaba llevado de la mano por el tranvía, sin desterrar por ello, el paso de los carros que iban y volvían, llevando su preciada carga al Mercado del Abasto y el de las chatas con arena y cemento que venían del puerto.

Así, se transformó en la avenida Rivadavia, donde muchos años después, en una casa levantada a la vera de su empedrado, nació una estrella que aún hoy continúa regalándonos su brillo.

Su padre, don Oreste Juan Guillermo Lamberti. Su madre Herminia Trapanese. Ambos italianos, con sed de fecundar esta tierra bendita que para entonces los albergaba, procrearon a Ángela Herminia, un alma sensible que supo entender y representar desde niña, el karma de la canción ciudadana.

Alba Solís, de ella se trata, nació en Buenos Aires, en la zona que entonces era conocida como Floresta. Su familia se mudó luego a Constitución y, tiempo después, volvió al Oeste y se radicó en Flores.

Fue artista desde siempre y como ella misma dice: «No elegí mi camino, sino que las cosas se fueron dando naturalmente tal cual eran». Tenía cuatro años cuando hizo su debut en la "Pandilla Marilyn", para luego actuar en las "Matinés de Juan Manuel" y después, ya como actriz juvenil, con Atiliano Ortega Sáenz y
Mario Amaya (Churrinche).

El tango fue, desde niña, su gran pasión y al interpretarlo, «Siempre me mostré tal cual soy». Ella nunca hizo algo que no sintiera.

Estudió con la cantante lírica italiana María Naftri, a cuyas enseñanzas Alba le adicionó las características propias de su temperamento y los secretos del arte escénico que naturalmente ella fue incorporando a sus interpretaciones.

Cantó en Radio Mitre, en 1945 y, luego de concursar en el certamen "Buscando la Voz del Tango" organizado por
Radio Splendid, suscribe con esa emisora un contrato de cuatro años.

Su definida personalidad quedó cabalmente demostrada en cada una de sus actuaciones. El tono de su voz y la gran sensibilidad dramática que impuso a su canto, le valieron convertirse rápidamente, en una figura estelar.

Sus actuaciones en Radio Belgrano y Radio El Mundo, así como sus presentaciones por televisión, le sirvieron para cautivar al gran público.

Su vida artística está signada por grandes sucesos y detallar su larga trayectoria es solamente un pretexto para continuar hablando de ella. Sería imposible evocar toda su carrera, pero intentaremos una respetuosa síntesis.

Desde sus comienzos Alba impuso su propio estilo. Desplazó firmemente su figura por el escenario, levantó sus brazos para robustecer la frase y volcó un fuerte sentimiento en los tonos graves de su voz.

Debutó en la revista porteña, en el teatro Comedia, y enseguida se convirtió en una estrella del género. Paseó gallardamente su figura por los escenarios de todas las "catedrales" de la revista, donde se presentó como actriz y cantante, alcanzando a su vez el privilegio de bailar tangos en pareja con el recordado Tito Lusiardo.

Actuó en "Blum", el gran suceso teatral de
Enrique Santos Discépolo.

Al mencionar a Discépolo, cabe referir otro hecho que lo tiene a él y a Alba como protagonistas. En 1951 Homero Manzi, ya muy enfermo y con sus días de vida contados, compone, junto a "Pichuco", el tango "Discepolín", tema que Enrique escucha por primera vez en el cabaret "El Colonial", interpretado por Alba, sin pensar entonces, que pocos meses después, sería él quien partiría para unirse allá en lo alto con su gran amigo Homero.

Con
Mariano Mores, Los Mac Ke Mac's, Ubaldo Martínez y los bailarines Mayoral y María Elena, actuó en la comedia musical "Buenos Aires canta al mundo" y si bien el cine contó con su participación en diversas películas, ella misma reconoce que nunca el cine la atrapó.

Cuando
Francini y Pontier reorganizaron su orquesta en 1973 para actuar especialmente en Japón, le confiaron la responsabilidad de ser la vocalista femenina del conjunto.

Un año después, al regresar de una actuación en la ciudad de Rosario, sufre un grave accidente automovilístico, del cual logra recuperarse tras exigentes trabajos de rehabilitación.

Durante un lapso prolongado fue figura principal del exitoso espectáculo "Tango Argentino", que le permitió pasear por el mundo su voz y hacer conocer sus inolvidables interpretaciones de "
Uno" y "La última curda".

Actuó exitosamente y en muchas oportunidades en "El Viejo Almacén" y en "Caño 14", en este último, en las tres etapas de su existencia. Primero, en la sala de Uruguay 932 , luego en Talcahuano 975 y, finalmente, en la calle Vicente López 2134, último cobijo de este reducto tanguero.

Alba Solís no se ha alejado del Tango, continúa, haciendo presentaciones especiales, enseñando vocalización. Según nos cuenta, tiene "in mente" además, varios proyectos que espera concretar en un futuro muy cercano.

Tanto es así que en la actualidad esta actuando en el espectáculo "La Tanguera" y ahora colocaremos una nota del 10 de enero del 2007, publicada en el diario "La Nación.RBerdi

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Alba Solís, en Tanguera


http://www.lanacion.com.ar/archivo/Nota.asp?nota_id=873954

El regreso de una gloria porteña

La cantante sube al escenario de El Nacional para la nueva temporada del musical

"Llamala, te va a estar esperando después de que llegue del peluquero", dice su hombre de prensa.

Alba Solís tiene sangre italiana, aires de reina y una lengua de bataclana.

-¿Le puedo hacer dos preguntas cortitas? -¿Dos nada más?

¿Qué edad tenés? -36.

-A esa edad tendrías que poder mucho más.... Alba Solís se ríe estruendosamente, casi teatral, casi exagerada, como cuando canta los tangos de Discépolo y se muestra fatal con la boca bien roja y las cejas pintadas, como un retrato kitsch de Kuropatwa.

Vive sola, apenas acompañada por una mujer que hace las veces de mucama, amiga y enfermera que apoda la Porota y le banca su carácter italiano.

Con sus setenta largos, es lo que se dice una leyenda del tango, aunque casi no se la vea actuar demasiado. Regresará a los escenarios esta noche para cantar "Uno" y "La última curda" (dos tangos en la escena del prostíbulo) en la nueva temporada del musical Tanguera, en el Teatro Nacional.

Ella se justifica. "No me gusta cantar en las cantinas con olor a tallarines. No es de engrupida, ¡¡¡ojo!!!, porque se me ha ofrecido una linda guita, pero no es mi estilo. ¡Cuidé tanto mi nombre!

Con 79 años (nací en 1927) Alba Solís es una institución", dice con un giro maradoniano la cantora que, en los años cuarenta y cincuenta, con versiones como la de "Martirio" estremeció al ambiente.

Fue cantora estrella en los años cuarenta en Radio Belgrano y Radio El Mundo; tuvo su paso por las plumas y protagonizó espectáculos como Blum y Tangolandia ; sobrevivió en tanguerías como Caño 14 en la época de crisis del género y fue una de las voces principales de ese icono del musical llamado Tango Argentino , que reinstaló el fenómeno del dos por cuatro en todo el planeta.

"Yo creo que cuando nos convocaron querían hacer un show en joda y terminó siendo un éxito tremendo -ironiza la Solís-.

Por más que se quiera hacer algo igual hoy no se podría, porque no están todos esos monstruos como Virulazo, Elba Berón, el Polaco Goyeneche. La única que quedó soy yo, la Negra Solís."

Trabajó con Francisco Canaro, Juan D Arienzo, Mariano Mores, Francini-Pontier y María Nieves, con la que se vuelve a reencontrar en Tanguera , el espectáculo de Mora Godoy.

La vuelta al escenario le devolvió el entusiasmo de una adolescente. "Me parece sensacional esta vuelta. En un momento pareció que había dado un paso al costado, pero era por no trabajar.

Como soy cara preferí quedarme en casa. No tengo nietos ni nadie a quien mantener, así que para qué iba a cantar en boliches de cuarta.

En Tanguera acepté después de dar varias vueltas. Diego Romay me dejó varios mensajes, hasta que un día me mandó un coche y me convenció", afirma la tanguera.

La Solís es una cancionista atípica, de la época en que las voces del tango eran estrellas del cine, la radio y el teatro.

Por eso, el tono oscuro de su voz, los ademanes de sus brazos y su original fraseo reúnen elementos donde las letras del tango se transforman en pequeños guiones para las historias que interpreta.

"Yo tengo mi estilo y soy una cantante rea... en ciertos aspectos dramática.

Cuando canto, si no se me paran los pelitos o lloro quiere decir que no te voy a dar mi verdad. Si no me emociono, ¿cómo voy a hacer para emocionarte a vos?"

Gabriel Plaza

Temas:

01 - Alba Solís - Garúa - Osvaldo Tarantino
02 - Alba Solís - Cambalache - Osvaldo Tarantino
03 - Alba Solís - El 45 - Osvaldo Tarantino
04 - Alba Solís - Y Te Parece Todavía - Osvaldo Tarantino
05 - Alba Solís - La Calesita - Osvaldo Tarantino
06 - Alba Solís - Milonga Triste - Osvaldo Tarantino
07 - Alba Solís - La Última Curda -Osvaldo Tarantino
08 - Alba Solís - Discepolín - Osvaldo Tarantino
09 - Alba Solís - Tiempos Viejos - Osvaldo Tarantino
10 - Alba Solís - Jamás Lo Vas A Saber - Osvaldo Tarantino
11 - Alba Solís - Graciela Oscura - Osvaldo Tarantino
12 - Alba Solís - Fangal - Osvaldo Tarantino
13 - Alba Solís - Y No Te Voy a Llorar - Osvaldo Tarantino

Sobre Osvaldo Tarantino, el gran pianista y director, nos referiremos en una próxima nota.


Link:

RBerdi_Alba_Solis___Osvaldo_Tarantino-AlbaSolisConOsvaldoTarantino.rar.html


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El Lunfardo en los textos de Roberto Arlt


Siempre la obra literaria de Roberto Arlt me ha parecido de una originalidad superlativa. Tómese como ejemplo de lo dicho a "Los Siete Locos" o "La Isla Desierta". Por estas razones me gustó poner en el Blog el siguiente texto. RBerdi




"Buenos Aires es amistad en la esquina de barrio y nostalgia de esa amistad en las calles del centro".
Jorge Luis Borges y José Edmundo Clemente



El lunfardo en los textos de Roberto Arlt

http://www.ced.ufsc.br/~uriel/castellano/prof/Arlt1.html

Hoy, estamos en el año 2000, ya pasaron más de 120 años desde cuando el 18 de marzo de 1879, Benigno Baldomero Lugones publicó en el diario La Nación de Buenos Aires su famoso artículo "Los beduinos urbanos" y propuso: "Hablemos un momento del caló(1) de los ladrones, ... ", y en nota a pie de página estampó: "Pronúnciese en esta y demás palabras del lunfardo.... ".

"El lunfardo ha pasado por sucesivas etapas de renovación, lo que no debe sorprender, porque el lenguaje es un fenómeno esencialmente dinámico" .

Los lenguajes marginales denominados argots, calós(1), germanías(2) son empleados por ladrones e individuos al margen de la legalidad jurídica desde tiempos inmemorables, y se distinguen por su abundancia de metáforas y elementos poéticos, por lo que llegan a ser incomprensibles para quienes no lo conocen.

Jorge Luis Borges dice del lunfardo "... es jerigonza ocultadiza de los ladrones. El lunfardo es un vocabulario gremial como tantos otros, es la tecnología de la furca y de la ganzúa".


Luego, Clemente complementa: "(...); pertenece a quienes hacen del delito su profesión. Su vocabulario resulta completamente oscuro para los no iniciados; (...)".

Décadas posteriores, la profesora Rita Gnutzmann, autora de diversos estudios sobre la obra arltiana, apunta: "..., es un lenguaje especial, creado para excluir a los demás grupos sociales".

Sin embargo, el mismo Borges, en otra obra suya, opinaba respecto a Arlt y el lunfardo: "Recuerdo a este propósito que a Roberto Arlt le echaron en cara su desconocimiento del lunfardo y que replicó: 'Me he criado en Villa Luro, entre gente pobre y malevos, y realmente no he tenido tiempo de estudiar esas cosas'.

El lunfardo, de hecho, es una broma literaria inventada por saineteros y por compositores de tangos y los orilleros lo ignoran, salvo cuando los discos del fonógrafo los han adoctrinado".

Arlt es "un escritor que comprendió como nadie la ciudad en que le tocó nacer".

Con respecto a las críticas de los intelectuales de la época el escritor uruguayo Juan Carlos Onetti dice: "No sabía es cierto, (...) pero sí dominaba la lengua y los problemas de millones de argentinos, ... " .

Arlt libró batallas por un lenguaje vivo. Ya a través de su obra, ya por intermedio de la crítica periodística, tomamos como ejemplo una aguafuerte llamada "El idioma de los argentinos", en ella polemiza con el escritor y crítico Monners Sans: "Los pueblos que, como el nuestro, están en una continua evolución, sacan palabras de todos los ángulos, palabras que indignan a los profesores, ... no pueden obligarnos a decir o escribir: `llevó a su boca un emparedado de jamón', en vez de decir: `se comió un sandwich...' (...)", y también defiende el uso de la lengua coloquial y argótica del porteño (el lunfardo): "Cuando un malandrín que le va a dar una puñalada en el pecho a un consocio le dice: 'Te voy a dar un puntazo en la persiana', es mucho más elocuente que si dijera: 'voy a ubicar mi daga en su esternón'."

Alguna vez Martínez Estrada dijo que "Un idioma no es lo que está atesorado en el diccionario y en la gramática, sino lo que se habla...". El lunfardo no está en la gramática castellana, no lo enseñan en la escuela, pero los hablantes porteños lo aprenden naturalmente porque el lenguaje no es sólo el encadenamiento verbal que respeta las reglas de la gramática, es también imágenes, sensaciones y modos expresivos que rebasan los límites de la norma.

Es notable, en los textos de Roberto Arlt, su estilo muy personal. Destacamos como una de las peculiaridades positivas de sus escritos la riqueza de su léxico.

Casi todos en argentina comprenden lo que él escribe en sus cuentos, novelas, aguafuertes o piezas de teatro.

Un ejemplo es un fragamento de Los siete locos. El farmacéutico responde con el lenguaje vivo de la calle ante el pedido desesperado del endeudado Erdosian y produce este legendario pasaje:
"-Pero, decime, ¿vos no podés prestarme esos seiscientos pesos?
El otro movió lentamente la cabeza:
-¿Te pensás que porque leo la Biblia soy un otario?
Erdosian lo miró desesperado:
-Te juro que los debo.
De pronto ocurrió algo inesperado.
El farmacéutico se levantó, extendió el brazo y haciendo chasquear la yema de los dedos, exclamó ante el mozo del café que miraba asombrado la escena:
Rajá, turrito, rajá."

Parafraseando al propio Arlt podemos decir que el "Rajá, turrito, rajá" es mucho más elocuente que si se dijiera "Retírese, tonto, retírese".

El tono y la actitud del farmaceutico no son propios de un delicuente habituado a hablar en un lenguaje profesional. Él es un buen porteño y como tal se muestra "piola", esta expectante y de vuelta de todo para que nada lo sorprenda, ni el "manguero" Erdosian. El farmacéutico muestra que ha aprendido la picardía de una ciudad como Buenos Aires lleno de malandras en donde ser inocente representa una desventaja.

El lunfardo, como el argot francés, la giria brasileña, la coa chilena y la replana de los peruanos, terminó por trascender del círculo estricto de los chorros, punguistas, y demás componentes del hampa para llegar al conocimiento público a través de la transmisión oral, de los sainetes, de las letras de tango y, también del periodismo popular y de los escritores costumbristas.

"Si palabras del lenguaje ...'lunfardo' en la Argentina han penetrado en el léxico popular significa que han perdido su función más importante de clave y, por lo tanto, ya no son utilizables en su campo de origen."

El lunfardo de Buenos Aires se nutrió de muchas palabras de la inmigración, hay en él un "proceso de asimilación, que nadie dirige o influye con su intervención personal, se registra un claro fenómeno selectivo, obediente a las causas que originan las modalidades dialectales del pueblo, vinculados con los requisitos de la eufonía y de las exigencias conceptuales. De ahí que la masa anónima adopte ciertas voces y las difunda, incorporándolas, en definitiva, a su conversación corriente, mientras rechaza a las otras de firme después del período que les concedió a título de prueba".

Los estudios de léxico del habla popular porteña han llevado a Gobello a construir una definición más o menos adecuada: "El lunfardo es, a mi entender un repertorio de términos traídos por la inmigración, durante la segunda mitad del siglo pasado y hasta el estallido de la primera gran guerra, y asumidos por el pueblo bajo de Buenos Aires, en cuyo discurso se mezclaban con otros de origen campesino, y quechuismos y lusismos que corrían ya en el habla popular, conformando un léxico que circula ahora en todos los niveles sociales de las 'repúblicas del Plata'."

En este trabajo no vamos a enumerar o explicar todo el léxico lunfardo, solamente hemos seleccionado algunas de las voces encontradas en los textos de Arlt para ver cómo son tratadas en dos diccionarios: el Nuevo diccionario lunfardo, de José Gobello y el Diccionario de voces y expresiones argentinas, de Félix Coluccio.

Volviendo al fragmento de Los siete locos, de él destacamos las voces "rajá" y "turrito". Como generalmente, las flexiónes verbales no aparecen en la mayoría de las obras lexicográficas, y los diccionarios de Gobello y Coluccio no escapan de esa característica, para no buscar en vano el vocablo "rajá", vamos, en su lugar, a la búsqueda del infinitivo "rajar". En el de Gobello ese vocablo nos remite a "najar".

A continuación transcribimos las entradas encontradas en los diccionarios mencionados:
"Najar. Lunf. Irse, marcharse ("Najé a una fonda cercana... ". Iriarte, Batifondo...). // Huir; correr, andar velozmente. // Despedir, obligar a alguien a retirarse. Del caló najar: correr, escapar, huir, por cruce con junar dio najusar, najushiar: ver mirar ("-Najusá, che, Carola, estoy muy chivo... ". Manco, El arrabal..., 3); irse, marcharse ("...después en un descuido de ella, se najushiaba nuevamente". Villamayor, La muerte..., 11). Por confusión acústica con el esp. rajar: hender, romper, apareció, en la primera década del siglo XIX , rajar, con los mismos significados de najar ("... y rajó hasta el cotorro de la percanta...". Fernández, Versos..., 85). Circula la forma protética enajar. Enajamiento, najamiento, najusamiento, najushiamiento: partida, huida; expulsión. Enaje, raje: partida, juida; expulsión. Rajar de corbata: huir cambiando constantemente de dirección para despistar a los perseguidores (por el cast. corbata: en el juego de billar, paso de la bola del que juega entre las que se proponía herir y dos bandas que forman ángulo)."

Como vemos, el Nuevo diccionario lunfardo nos permite saber más sobre el significado del vocablo "najar", el cual tiene su origen en el gitano llamado "caló", igual significado y uso tiene de "rajar" (se formó por confusión acústica con el español rajar).

Es decir que para nuestro caso, la definición: "obligar a alguien a retirarse", nos ayuda a comprender, en parte, "el raja, turrito, raja". Para que el contenido de la definición resulte claro, Gobello nos proporciona abundantes ejemplos extraídos de las más variadas obras literarias.

Esto viene a confirmar una de las características del lunfardo, "no hay término lunfardo que no sea a la vez literario y coloquial."

"Rajar. En l.v. huir, escapar velozmente, despedir con cierta falta o muy poca urbanidad a alguien. Decir algo groseramente, etc. (Un par de maniobras y me deslizaba por el túnel hacia la libertad de la calle. Al asomar el paragolpes en la vereda me rajaron un insulto. Frené, sorprendido. El semáforo me protegía y la chicharra sonaba como un taladro. M.A.)".

Por su parte, el Diccionario de voces y expresiones argentinas trae tres acepciones del vocablo "rajar" y sólo da un ejemplo, el que corresponde al significado 'decir algo groseramente'. La definición que nos interesa es la que dice: 'despedir con cierta falta o muy poca urbanidad a alguien'.

Las iniciales M.A ., en principio, son un enigma. En ellas se invoca a una autoridad. Para develar su identidad precisamos ir hasta la página 117 de la obra. Allí nos enteramos que esa abreviatura corresponde a Marcos Aguini, pero como el autor retacea información, no llegamos a saber en esa página cual es la obra de la que se extrajo el ejemplo citado.

Para develar la incognita vamos a la página referente a bibliografía, en ella nos enteramos que la obra es Profanación del amor. Buenos Aires, 1982. No consta la editora y con respecto al autor de la obra hay una contradicción, pues en un lugar se lo cita como Aguini y en otro como Aguinis. Nos quedamos con esa duda.

El otro vocablo seleccionado es el diminutivo "turrito". Vamos, entonces, a la búsqueda de "turro".

"Turro. Pop. Incapaz, inepto, necio ("Che..., supe, que a ese por turro / Como ratón pa la cueva, / Lo portaron pa' la Nueva / Porque hizo chillar el burro". Iriarte, Batifondo...). // Ruin, vil, de sentimientos innobles ("Cuando tipos bien vestidos buscan darnos conversación, tenemos que cuidarnos. O son tiras o son turros". Kordon, La vuelta..., 74).
El femenino turra se aplica a la mujer que se entrega con facilidad, por vicio o por interés. La primera acepción puede ser deformación del esp. tuno: bribón; la segunda y el femenino acusan un visible cruce con atorrante. Turrear: holgazanear ("...Las hermanas en la puerta y el hermano contemplando la media docena de vagos que turrean en la esquina". Arlt, Aguafuertes..., 1933, 71). Turrero: rufián que explota prostitutas de ínfima condición."

El lexicógrafo Gobello parece ser más atinado, tanto en la elección de los autores como también de las obras. También destacamos la abundancia de ejemplos, pues ellos resultan indispensables para el público al cual está dirigido la obra, esencialmente estudiantes que desean esclarecer dudas o traducir textos literarios, u otros lectores que quieren ampliar conocimientos del léxico lunfardo.

"Turra. En l.v., dícese de la mujer que comercia con su cuerpo. // Además se emplea, tanto como el masculino, para aludir sin intención de ofender a alguien que hace buenos negocios, que tiene suerte en el amor, etc. Es usar un vocablo poco elegante para ponderar. // A veces se emplea con sentido despectivo, pero no guarda relación con la primera acepción que aquí damos. (Una de las turras, la Nélida, la de enfrente, la que hubiera sido capaz de entregarse hasta a Don José, era una turbia amiga de Doña Luisa Azul, de Pocha Huevo, J.A .)".

El diccionario de Félix Coluccio no trae "turro" sino "turra". Es muy parco en sus explicaciones, sólo trae la definición del vocablo y un ejemplo. Las otras explicaciones en nada ayudan a un lector no porteño a descifrar "el turrito" proferido por el farmacéutico en el fragmento expuesto de Los siete locos. En suma, el diccionario de Gobello nos satisface más, pues tiene mejores explicaciones y más ejemplos de uso que el de Coluccio que tiende a la escasez de informaciones.

"Ester Primavera" es un cuento que fue publicado por primera vez en el diario La Nación, en julio de 1928. Elegimos este texto porque la acción se desarrolla en un ambiente de maleantes y canallas. Notamos, en algunos trechos, la utilización de voces populares y lunfardas, pues a sus personajes ("chorros" y "rateros") los recuerdos los trasladan al arrabal porteño, de fines de la década del 20. En otras palabras, Arlt se vale del lunfardo por una necesidad literaria, para darle más veracidad a sus relatos.

En "Ester Primavera" se aborda el tema de las argucias del hombre para alcanzar un auténtico conocimiento de la mujer, la presencia idealizada de la mujer a quien amó sin lealtad constituye el mundo privado del enfermo.


El narrador es un canalla que pasa los últimos días de su vida recluído en un sanatorio para tuberculosos.

Setecientos días han pasado desde que cometió una cruel infamia contra Ester Primavera, una mujer honesta y pura. En un primer momento, la muchacha lo atrajo, luego surgió la desconfianza, posteriormente, le comete un daño irreparable porque quería que ella lo odiase para siempre.

El objetivo era ser entrañable por el daño. Ahora, carga con el remordimiento y junto con otros cuatro canallas se reunen todas las noches a tomar mate para charlar, recordar de las "chambonadas" y jugar a cual es el más canalla de todos.

En los fragmentos seleccionados a continuación resaltamos las voces lunfardas:
"El primero que llega es Sacco, cabeza de cebolla y tórax de pugilista, más pálido que un cirio, y que en Buenos Aires fue 'lancero'. Tiene el prontuario más largo que una tesis". (...)


"A mí me sorprendió el terrible dolor pulmonar una mañana de verano, a Paya le subió la sangre en surtidor a los labios una noche en un 'escolaso' en que se jugaba dos mil pesos... " (...)

"... y luego las partidas de naipes interminables, la emoción de los encuentros, los paseos en el carro celular al `juzgado', las historias de estafas, el prolegómeno de la cárcel de encausados, la carta que se escribe para engatusar a un 'gil' con el cuento de la quiebra fraudulenta..."

En este cuento el lunfardo y el lenguaje vulgar se limita a las conversaciones que tienen los cinco canallas. El narrador emplea dos tonos distintos según la situación narrada, si se refiere a sus compañeros de enfermedad aparece el lunfardo ("lancero, escolaso, gil"), cuando piensa en Ester Primavera su tono es otro y no se detecta la presencia de voces lunfardas o utilización de lenguaje vulgar.

Del vocabulario apuntado, seleccionamos "gil".

Muchos vocablos como el mencionado, con el pasar del tiempo, han perdido sus connotaciones lunfardas.

Clemente dice que perdieron su misión clave y ya no tienen el significado peyorativo, "mina" es un ejemplo: "En su comienzo fue voz delictuosa que indicaba a la mujer que producia renta con su propia cuerpo (...),"mina" adquirió una aceptación cercana a la novia".

El Nuevo diccionario lunfardo de Gobello define al "gil" como individuo tonto y añade:

"Gil. Lunf. Tonto ("En la estafa, el gil [sinónimo de otario} ve los objetos con que va a ser robado... ". Lugones, Los caballeros...). Del cast. gilí: tonto -y este del caló jil: cándido-, por cruce con el nombre propio Gil. Admite los aumentativos gilón y gilún -éste último con interferencia genovesa-, los despectivos agenovesados gilastro, gilastrón y gilastrún y las deformaciones giliberto -por influencia del nombre propio Gilberto-, gilimursi y gilurdo -por influencia del cast. palurdo). Corre el fem. gila ("Si vieras la cara de gila de la jovata". Kordon, Hacéle ..., 11). Gilada: colectividad de los giles ("... una pieza donde atiende a la gilada...". Bavio Esquiú, Juan..., 28). Gilería: acción propia de giles ("... es una gilería embarcarse sin tener el viaje de vuelta seguro... ". Saldías, La muchacha ..., Cuadro 2º). Gilear: perder el tiempo tontamente ("Gileaba unos minutos tomando mate...". Reason, A rienda..., 87). Gil a cuadros. V. Cuadro. Forma vésrica: logi ("... ni hacer bolsa algún logi batidor..." . Gandolfi, Nocáu..., 57)."

José Gobello ha recogido y ordenado información sobre el lunfardo.

Ha tenido el cuidado por la etimología y la procedencia de los vocablos. Como vimos en "rajar" y ahora en "gil", el origen proviene de otros lenguajes marginales lejanos en el tiempo, como el caló gitano o la germanía española. También se ha ocupado en colocar los derivados y ha seleccionado ejemplos utilizando innúmeras autoridades como Jorge Luis Borges, Enrique Cadícamo, Bioy Casares, Julio Cortázar, Manuel Puig y el propio Arlt sólo para citar algunas. La recurrencia a las autoridades señala el esfuerzo del autor para sacar las pesquisas de lunfardología del estado primitivo en que solían presentarse, como meros repertorios de términos del hampa, u otras veces como especulaciones sin fundamento. Gobello simpatiza con el lunfardo y su acercamiento afectuoso le hace ver que el lunfardo es sobre todo una forma lúdica y festiva del habla popular porteña. Además del origen, indaga la composición y la difusión de los vocablos. Notamos que "Gil a cuadros, gilastrún, gilberto, logi, gilimursi y gilurdo" llevan en su uso un sentido despectivo e impone un tono de afirmación condenatoria cuando se califica a alguien.
En el Diccionario de voces y expresiones argentinas:
"Gil. En 1 v. dícese de la persona fácil de engañar, casi tonta. (En su juicio, el hombre que es benévolo sin malicia está próximo a ser un "gil". Prefiere ser un canalla o parecerlo: pero si las circunstancias le ratifican una absoluta impunidad, se abandona a una benigna participación en los destinos ajenos. El hombre que está solo y espera de Raúl Scalabrini.Ortiz.). (...) -Es una ironía, gil -me retrucó Alberto. -Puede ser -admití un poco molesto por lo de "gil"-. (...) David Home, La nación, 27 junio, 1982)."
Según la definición de Coluccio, el hombre porteño coloca al "gil" en el último lugar de la escala que clasifica a los ingenuos. Su matiz conceptual se diferencia del "chambón" o del "boludo", y de cuantas sinonimias jergales traducen la candidez o la falta de perspicacia en un asunto determinado.

A diferencia del de Gobello, este diccionario no se ocupa de la etimología de las palabras.
Para concluir con nuestro trabajo, recordamos que en algunas crónicas, Arlt se interesa por el origen de algunas voces lunfardas, en la aguafuerte llamada "Ahí viene la cana", presenta su peculiar versión del origen de la palabra "cana".

Cuenta, con cierta ironía, que había un comisario de apellido Racana, que fue muy conocido por sus razias contra los pequeños malandras. Tanto los pibes utilizaron ahí viene Racana que terminó por desgastarse y la R y la A se fusionaron en "la" formando "la cana".

(1) RBerdi: El Caló, llamado también Romano, es una lengua mixta de base gramatical española y variable vocabulario gitano (Romaní), hablada por gitanos españoles (Calé). Registrado en textos al menos desde el siglo XVIII, junto con el Calâo portugués-brasileño, el Romanó catalán y el Errumantxela vasco, forma el grupo Ibérico de la lengua Romaní, que en contacto con las lenguas vernáculas como el castellano o el catalán, se fraccionó primero en dialectos y finalmente en lenguas neo-romaní, clasificadas por los especialistas como Para-Romaní

(2) RBerdi: Germanía es la
jerga considerada vulgar o inapropiada, en particular, la usada por presos, criminales, etc. El término germanía significa hermandad en idioma catalán, (hermandades gremiales), tiene su origen en el nombre de ciertas comunidades valencianas (España) destacadas por su rebelión contra la nobleza local en el siglo XVI, pasando luego a denominar su jerga y por último cualquier jerga inapropiada. Un ejemplo es el lunfardo.


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